Ahora que se acerca el verano sólo nos apetece estar al aire libre y pasar el máximo tiempo posible disfrutando con los familiares y amigos. Por eso los domingos se convierten en el día estrella para hacer una buena barbacoa en el jardín y acompañarla de unas cervezas bien frías. Aunque hay un momento clave que sucede cuando las visitas se van: cuando miras hacia donde está tu barbacoa aún por limpiar. No hay excusas, mantener y limpiar la barbacoa es un proceso totalmente indispensable si se quiere volver a cocinar. Así que hay que ponerse manos a la obra.
La pregunta del millón sería, ¿cómo limpiar la barbacoa sin estropearla? Porque las barbacoas se pueden dañar y las piezas se rompen con el exceso de grasa o si se utilizan productos muy agresivos para quitarla.
A continuación os daremos los consejos necesarios para que esta tarea tan fácil no se complique y que siempre podáis disfrutar de una buena parrillada que deje a vuestros comensales sin palabras.
Utensilios para limpiar la barbacoa
La barbacoa, al estar al aire libre, se expone a las inclemencias del tiempo. Los cambios de temperatura, las posibles lluvias y, por supuesto, al desgaste debido al uso son las principales causas de su deterioro. Como queremos, si es posible, que nos dure para toda la vida tendremos que mimarla cada vez que la utilicemos para que siempre cocine nuestra comida con la misma eficacia.
¿Qué utensilios nos hacen falta para limpiar la barbacoa? Lo primero y más básico es que nos hagamos con unos buenos guantes de limpieza para no mancharnos ni dañar nuestra piel. Las herramientas específicas que usaremos serán el cepillo de metal con espátula especial para barbacoas o la piedra de lava volcánica en caso de que se trate de una barbacoa de gas.
Por último, no puede faltarnos el limpiador de barbacoa indicado para la limpieza de barbacoas, parrillas, hornos y cualquier equipo de cocción de alimentos. Este detergente alcalino sirve para deshacer los residuos de grasa y de comida carbonizada, acaba hasta con la que está más adherida.
Pasos para la limpieza de la barbacoa
Dependiendo de la barbacoa que tengamos, la limpieza se realizará de una manera u otra. Prácticamente todas precisan de los mismos utensilios para la limpieza, excepto para la barbacoa de gas, que se usará la piedra volcánica únicamente y no el cepillo. También será necesario, como es evidente, un trapo o esponja.
Para las barbacoas de carbón, cuando la parrilla todavía esté caliente, aprovecharemos para rascarla con el cepillo y así acabaremos con los restos que puedan haber quedado adheridos. Cuando ya se hayan enfriado las cenizas, las mojaremos y las retiraremos “en forma líquida” para que nos resulte más sencillo. La parte de fuera la podemos limpiar con el trapo o la esponja y agua caliente.
En cuanto a las barbacoas de gas, la parrilla se tiene que limpiar justo antes o después de utilizarse, es decir, cuando está caliente para poder rascar bien con la piedra volcánica. Para la limpieza de la tapa y la cuba, con agua o detergente de platos serviría. Finalmente, la limpieza de la bandeja de recuperación de grasa, se hace cuando está fría y así poder vaciarla con papel absorbente.
Por último, en el caso de las barbacoas eléctricas tenemos que esperar a que esté completamente fría. Cuando limpiemos la cuba tendremos que desconectar la barbacoa y luego quitaremos el regulador de temperatura, limpiamos con papel absorbente y, tras esto, rascamos con el cepillo de acero inoxidable. Y seguimos el mismo proceso que con la de gas para el exterior de la barbacoa y para la bandeja de la grasa.
¿Qué te han parecido nuestros consejos? Seguro que te ayudarán a mantener tu barbacoa siempre a punto para disfrutar de una buena comida con los amigos. ¡Recuerda que el fuego no lo quema todo! No creas en los falsos mitos, cocina tus alimentos libres de cualquier contaminación y dale larga vida a tu barbacoa.